PARTE I
Como cada lunes ayer me levanté pensando que iba a ser un lunes como otro cualquiera: difícil, doloroso y muy lejos del viernes. Pero por supuesto fue un lunes completamente ajeno a lo que entra dentro de los parámetros de la normalidad.
En primer lugar me entero de que tengo hermanos.
¿Cómo te quedas? MUY FUERTE. En realidad la historia no es así pero quería darle un poco de emoción al asuntillo. Como a muchos de vosotros no os conozco y no sabéis ni quién soy, ni de dónde vengo, ni «ande» voy… os voy a poner en contexto. Allá por la prehistoria cuando yo nací hace 23 años mis padres no estaban juntos. Obviamente (cochinos mentales que creéis que fui fruto de una sexy night) en su día fueron novios, pero cuando yo nací estaban OVER. Iba a ser la típica niña del gol de Maradona criada por unos padres separados pero, por supuesto, no fue así.
Posteriormente tras unos problemillas entre mi mamá y mi papá, mi Daddy Yankee se fue y nunca volvió. Nunca le he visto y se cómo es por fotos de mi primer año de vida. De ahí mi adoración suprema a mi madre y las continuas bromas (para algunos de muy mal gusto) de «no tengo padre» y/o «soy tu padre» más sus posibles e interminables derivadas. Un trauma infantil en toda regla. Este es el MEGA RESUMEN de lo que viene siendo la realidad y ahora procederé a hablar de mi familia numerosa.
Daddy Yankee, como no, fue y es (no lo sé, pero me lo voy a inventar) un fucker de la vida, un Pierce Brosnan de turno. Es lo bueno de no tener padre que lo elijo yo según mi estado de ánimo. El caso es que era un Don Juan, de ahí que tuviera lo que yo llamo como «Complicazzione de l’amore»: una mujer en cada puerto y varios hijos por el mundo. Eso es mantener la raza humana y lo demás son tonterías. De ahí, que entre complicazzione y complicazzione naciera yo y…cuatro más. ¿Qué fuerte? Lo sé, lo sé… voy a escribir un libro. El caso es que cuando cumplí 18 años me escribió la primera de mis hermanas, llamémosla Godofreda. Y llamemos a mi padre Darth Vader, que me hace toda la gracia.
Estoy yo un día en mi casa, con mi ordenador metiéndome en Visualdisco, Tuenti o Messenger cuando de repente me escribe una tal Godofreda Brito por Facebook lo siguiente:
«Hola ¿naciste el 6 de mayo de xxxx en el hospital de «no te lo voy a contar» a las no se cuantas horas?».
y yo pensando: ¡Y UNNNNNNNNNNNA LECHE FRITA EMPANÁ!, ¡ACACHU-AWACHIPAWEN! ¡JO-DER! ¡ME ESTA ESCRIBIENDO MI HERMANA!
A lo que grité: » MMMMMMAMMMMÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁ». He aquí un ejemplo claro de mi cara en ese momento.
Posteriormente, estuve escribiéndome un par de mails con ella en la que me resolvió alguna que otra dudilla típica de una persona que no tiene padre como:
¿Cuánto le mide? Mu grande, ¿Nos parecemos? Sois iguales, ¿Es ciego, divertido y baile bien? Por supuesto.
Vale erm… que miedor. Total que entre mails y mensajes de Facebook vi que quería conocerme y yo, pequeña e indefensa y, sobretodo, inmadura y con ganas de irme a Mallorca a bebermelo todo, le dije que no estaba emocionalmente preparada.
Pero esta vez no fue por Facebook, esta vez mi otra hermana (séase la hermana de Godofreda), llamémosla Segismunda, me escribió vía Whatsapp. Mucho más chic. OJO con las nuevas tecnologías que te levantas siendo hija única y te acuestas siendo de familia numeroooosa. Que no son moco de paaavo, que os lo vengo dicieeeendo. Esta vez, no me resolvió ninguna duda porque a la pobre Godofreda la hice un arsenal de preguntas que parecía que la estaba entrevistando para entrar en la Nasa. Segismunda sólo quería conocer a su hermana mediana, porque como os he contado antes Darth Vader tuvo posteriormente a otros dos hijos; Luke Skywalker y Luke Skywalker II (para los de la L.O.G.S.E: Luke Skywalker segundo).
¿El desenlace? Nunca lo sabréis, sois muy jóvenes para morir. El caso es que gracias, de nuevo, a la tecnología también leen mi blog y me agregan a todas las redes sociales habidas y por haber. Desde aquí un «What’s up bro» a todos ellos.
Y hasta aquí la primera parte de Un lunes cualquiera. Paz nenes.