Hay veces en la vida de una persona que, por X o por Y, ves así como INVIABLE tener cualquier tipo de relación sentimental. Pero ni de blas. Antes pido ser OVNI. Es en esa etapa de tu vida cuando te lo crees tanto, que ya se te puede acercar George Clooney o Miranda Ker que por los rayos de Zeus, TE CREES, que vas a tener algo serio con nadie.
Eres un “wannabe eternal single” que dice frases tan míticas como: «yo no quiero algo serio nene» o «no estoy preparado para una relación nena». De manera constante, intentas convencerte a ti mismo de que irás de flor en flor eternamente evitando lo que yo llamo “La Complicazzione de l’Amore”. Pobre iluso, tú también caerás. Y no lo sabes.
La «Complicazzione de l’Amore» sucede cuando conoces a una persona (llamémosla Donete) que al principio opinas que va a ser una simple víctima y, tras ese primer beso, te das cuenta de que estas cogido por los cataplines. Donete te ha hecho tilín, so sorry.
A pesar de haber osado a tener ese pensamiento irrisorio («¿Acaso Donete me like?«) impropio de un fucker de la vida, sigues con tu filosofía de “soy el rey del mambo” y de “a mí no me engancha ni Dios”. De ahí que cada vez que ves a Donete dudes horas de si escribirle o no. Asi que, mientras te haces chorizos mentales con si le escribes o no, decides ficharle en Facebook constantemente para asegurarte de que lo que viste fue NO fue real, de que NO te encanta y de que cada vez que miras una foto suya NO te gusta más. Vas que chutas.
Al ver que Facebook no te está ayudando nada, decides que lo más inteligente (ojo a tu nivel de inteligencia) es analizar durante 20 minutos su foto de perfil en What’s app. EINSTEIN, QUE ERES EINSTEIN. Entonces, al ver que algo sobrenatural te indica que Donete te pone enfermo y que puede (sólo puede) que te esté empezando a gustar, decides escribir para “ver qué tal?”. Te auto-convences de que unicamente le has escrito con el fin de continuar con las noches de pasión electro latino. Y UNA LECHE FRITA EMPANÁ. Le has escrito porque te mola comer Donetes. En concreto, ese pequeño gran Donete.
El caso es que tras ese primer mensaje llegan cuarenta billones más. Al final sin ser novios, POR SUPUESTO, habláis más que Boris Izaguirre y Carlos Latre en Crónicas Marcianas. Además, así como quien no quiere la cosa, empezáis a encontraros saliendo por la noche. Y pensar que nunca antes os habiais encontrado…
OJO: No sólo empezáis a coincidir casualmente, sino a besaros apasionadamente detrás de las columnas de la discoteca como si nadie os viera, a hacer bombas de humo dejando a vuestros amigos colgados a pesar de haberles hecho el lío para ver a Donete, a recenar como excusa para que no se acabe la noche y a hacer tiempo en el coche para alargar ese gran momento de pasión incontrolable. Que Cochinotes.
Poco a poco, noche tras noche, conversa tras conversa empiezan las quedadas. Primero quedáis a tomar algo porque «os estáis conociendo«, luego vais al cine porque «os estáis conociendo», empezáis a ir a la biblioteca juntos porque «os estáis conociendo» y miráis el móvil con cara de idiotas cada vez que os escribe porque «os estáis conociendo». No os estáis conociendo. De hecho tenéis un problema si creéis que no podéis conocer a una persona en 4 meses. Lo que estáis haciendo, pedazo de idiotas, es empezar una relación. Así que dejar el rollo ese de «que no es nada” o de “que sólo somos amigos» porque no se lo cree ni Miley Cirus en su nuevo video clip.
Pero tranqui, que ofialmente Donete es tu novio cuando estás hablando con Jeffrey de política internacional y sueltas LA frase: “estaba el otro día con mi novio…”. Y TE CALLAS. Acabas de decir NOVIO. Lo acabas de decir y Jeffrey está llorando de la risa gritando “tienes nooovio, tienes nooovio”. Entonces tú, que acabas de actualizar tu situación sentimental sin querelo, agachas la cabeza y piensas: Se me ha complicao.
Desde aquí un brindis a todos los que se nos ha complicado. Paz nenes.
Este post se lo dedico a mi torre Eiffel personal por ser un valiente y llevar un año sin parar de hacerme sonreir.
BELIIIISIMA COMPLICAZZIONE DE L’AMORE.