Haciendo caso a mis plegarias, mi amigo «Bou» me invitó, muy amablemente, a la inauguración de Dast el viernes pasado. Apocalíptica, impresionante, divina, magnifica, gloriosa, divertida, grande y gustosamente etílica fue como yo describiría la apertura de este gran local. Situado cerca del Bernabeu, en Paseo de la Castellana nº 118, donde, por cierto, pateamos el pompis al retarded de Messi & Co. al día siguiente. Ya pasó insignificantes hijos del mal, ya pasó. Lo bueno de Dast es que POR FIN sale a la luz un localcillo en el que te encuentres a todo dios mientras te ponen musicote «der gueno» . Si quieres te sientas, si quieres bailas y sino te quedas en la barra como buen amigo de las copas que eres.
Me impresionaron dos cosas de este nuevo gran lugar.. UNO: te encuentras a gente que no veías desde el 3 antes de cristo pero que siempre es bonito volver a ver. Es una especie de fiesta de los Jesuitas pero teniendo más de 20 años, llevando tacones de aguja y escotes por el ombligo. Que rico país. DOS: te crees que entras en un bar de copas y te encuentras con una especie de Fabrick enorme que te permite bailar a gusto, sin darte codazos con la golfa de al lado. ARRÍTMICA que eres ARRÍTMICA.
Aquí una muestra de algunos de los grandes amigos con los que tuve el placercillo de estar.
Y hasta aquí la fieshta de Inauguración de Dast. Paz nenes.