Haciendo caso a una amiga mía muy lista, muy guapa y muy chic… he decidido hacer un post sobre los Ex y todo lo que tenerlos conlleva.
Los Ex son esas personas que durante un tiempo de nuestra vida han sido nuestras parejas («queee boooniiito, queee boooniiito»). Personas a las que hemos amado, querido, idolatrado, admirado y con las que habremos jugado a las cartas muchas pero que muchas veces. Cuando lo acabas de dejar lo ves todo muy borroso y no puedes ni auto cuestionarte tu existencia, porque no entiendes ni porqué sigues viva. Te conviertes en un moco andante cuya vida pierde sentido completa y absolutamente.
Pero el tiempo pasa, lo vas superando, empiezas a pillar como si no hubiera mañana, se te complica, se te vuelve a complicar y de repente, así como si nada, te preguntas ¿Cómo pude estar tanto tiempo con esa persona? o ¿Pero qué es lo que me enamoró de él? ¡Si me da vergüenza ajena! No lo entiendes ni tú, ni tus amigos, ni tu madre… y ya sabemos que las madres SIEMPRE tienen la razón.
En este post voy a analizar algunos comportamientos que he ido viendo a lo largo de mi corta pero intensa vida así como la de mis amigas. Porque a todos nos suele pasar exactamente lo mismo.
1. Cuando lo dejas te conviertes en Pamela Anderson.
No sé por qué fenómeno extraño cuando acabas de salir de una relación… «Noche que sales, noche que pillas» y así son las cosas. Yo creo que, en parte, lo haces para olvidar a la otra persona pero…da igual. Pillas más que todos tus amigos juntos en toda su larga vida, te llaman «pillatore» y ya no preguntas antes de salir «Oye, ¿esto me queda bien?» sino que preguntas «Oye, ¿Hoy pillo?».
Si un día decides descansar y no hacerlo…también da igual, porque al día siguiente estas ahí con un Jefrrey que no sabes ni como se llama dándolo todo en medio de la disco. Porque esa es otra, te vuelves una indiscreta y le dejas muy claro a todo dios que estas soltera y que quieres guerra. HOY PILLO. Y ese, es tu nuevo lema.
2. Empalmas relaciones porque no sabes estar sola.
Hay gente que tiene un problema y no sabe estar sólo. Sí, tenéis un problema y vais a morir. Generalmente tras un proceso de ruptura hiper doloroso te enganchas a la primera persona que se interesa por ti cuando tú sigues hecha un trapito: LA VICTIMA. Esa persona es una pobre victima de tu dolor. Sí, el daño que te han hecho a ti se lo vas a hacer a el que sólo quiere estar contigo. Tú, en realidad, estas con él por que estas acostumbrada a una monotonía de pareja de la que no sabes prescindir y te conformas con tenerle a tu lado. Lo que él no sabe es que tu «no quieres nada serio» y el pobrecito se conforma para no perderte.
Pasan los meses y la victima ya te empieza a dar señales de que quiere formalizar vuestra «relación». Para ti no ha sido una relación en ningún momento, de hecho seguramente te hayas pillado a todo Madrid a sus espaldas, porque para ti no era más que un «amigo especial». Lo peor es que se lo has dicho y él se ha conformado, pobrecitas victimas: «Yo… ¿te lo dije o no te lo dije?, pues ahora no llores».
Lo peor es que la victima sigue estando ahí, porque muy a tu pesar se ha acabado enamorando de ti (normal, soy una tía cojonuda) pero llega un momento en el que te das cuenta de que estas forzando y que tienes que acabar como sea esta historia. El se va a cortar las venas y tú en realidad… «le tienes mucho cariño» pero sabes que «no va a ninguna parte». Aquí SIEMPRE se utiliza la frase mítica de todas las pelis del siglo XXI de «No es por ti, es por mí». Y tanto que es por ti pedazo de egoísta que le has dejado al pobre heart broken sólo porque un capullo insensible de tu pasado te lo ha hecho pasar canutas. Que sepáis que algún día nosotros seremos la víctima y a mí no me hace ni pizca de gracia, pido ulti. NO A LA CREACIÓN DE VICTIMAS.
3. Recurres a antiguos ligues olvidados en el pasado
Yo la verdad es que nunca he tenido ligues pasados porque estaba gorda y nadie me miraba, pero sí lo puedo comparar con mis «fiches» pasados. En su día me veían como la típica gordita cachonda pero claro, ahora estaba soltera y con ganas de guerra. Me faltaba ponerme una camiseta petada que pusiera «Quiero mambo contigo nene». Total que yo al igual que todos, me abalanzaba sobre todas aquellas personas con las que en algún momento de mi vida había tenido algo. En mi caso no tuve mucho éxito (ooohhhhhh) pero ¿quién no ha oído hablar de casos en los que antiguos «algos» se han vuelto a liar, a tener rollo, a volver a quedar o incluso a volver a salir? Muy fuerte, yo conozco bastantes. Esto es el recurso más básico de todos…tirar de la «agenda negra» y ver quién esta «up for a sexy time». Las agendas negras siempre molaron.
4. Remembers
Hay veces que a pesar de que pasen las tres cosas a la vez… acabas volviendo a caer con tu ex. No sabes ni cómo ni porqué… de repente se te ha complicado. A mí, seguramente para vuestra sorpresa, no me ha pasado (UUUOOOO NENES, VUESTRO AUTOESTIMA CONTRA EL SUELO NENES). En fin, no conozco a absolutamente NADIE que no haya vuelto a tener lo que se denomina un «remember». Yo no los entiendo, creo que sólo te hacen más daño. Supongo que sois todos como Leticia Sabater y os puede el corazón de melón. Lo que sí está claro es que los tíos suelen caer porque saben que tienen un polvo fácil y nosotras nos dejamos porque nos creemos que van a volver. En el caso contrario, nosotras intentamos que tras el polvo todo vuelva a la normalidad… y él NUNCA dirá que no a un polvo fácil. Así son las cosas. Somos unas pringadas y vosotros unos hijos del mal. Yo me libro de todo y soy la mejor.
5. La otra
Siempre aparece una pedazo de Carmen de Mairena que te lo levanta. Tú te crees que como ha pasado relativamente poco tiempo (4 meses, para ti 2 semanas) en algún momento se alinearan los planetas y volveréis. Bueno, puesto esto no va a pasar. No vais a volver: it’s over. Pero da igual, tú te auto-convences de que en algún momento de tu vida el «se arrepentirá» y «volverá». MENTIRA. El, al igual que tú, se está pillando a todo lo que se mueve. Incluyendo, por supuesto, a obesas de dos metros de ancho y de alto, con el pelo de peluquera, los morros de Yola Berrocal y muchas pero que muchas tetas. La otra, siempre es la pobre victima de tu ex con la que se lía, queda o tiene un rollo raro.
Claro es MUY FUERTE el shock que te llevas cuando te dicen que tu ex esta o ha estado con otra. Sí, otra que no eres tú. Es decir, le está metiendo su colita a otra persona que no eres tú. Y no… No va a volver contigo, pesada. Lo que tú no sabes es que, generalmente, la otra es su victima… es su pañuelo para superarte. Pero esto no siempre es así… hay veces que la que tú crees que es la víctima se convierte en la nueva tú. En este momento te conviertes en Jack el Destripador y le quieres hacer de todo menos regalarle flores a la pobre víctima.
Al principio te dices a ti misma y te dicen tus amigas para consolarte «Tía, obviamente esta con ella para superarte». MENTIRA. Bueno, puede que al principio sí que fuese así… pero se le ha complicado. Esta con ella porque se ha enamorado, tu no lo entiendes porque obviamente tu eres mil veces mejor y le das mil vueltas, pero él está con la otra… no contigo. Eso es lo que ves cuando todavía crees que va a volver. Pero a medida que pasa el tiempo le das gracias a la otra por haber aparecido y quitarle de tu radar, se lo regalas. Porque tú vales muchísimo más y por fin te has dado cuenta. Ole, Ole y Ole.
Pero… y ¿cómo es de emocionante cuando te encuentras a la otra? Los tíos directamente se lían a tortas, pero nosotras somos mucho más listas. Primero nos enteramos de donde sale la pulga esta de la que no hemos oído hablar en nuestra vida. Es una don nadie que no existía, ha salido de la nada… BICHO que eres un bicho. Seguramente antes no saliera o tenía granos hasta en sitios donde no se pueden tener y le dieran sobredosis de Roacutan. El caso es que ella y sus condenadas amigas están hasta en la sopa. Pero tranquila… que ellas también saben perfectamente quién eres, dónde vides, qué has estudiado y hasta cuál es tu color favorito. Lo sabemos TODO la una de la otra. Que miedo.
Comienza pues una batalla nocturna entre grupos ya que solo puedes coincidir saliendo. Primero empiezan las miraditas asesinas que me revientan. Generalmente, las que se mojan no son ni ella ni tú, sino tus y sus amigas. Ellas te miran a ti y a todo tu círculo y tus amigas más de lo mismo con ellas. Luego empiezan los empujoncitos de las albóndigas y hay veces en los que llega a haber encontronazos entre sus amigas y las tuyas. Si no las haces caso te empujan con más fuerza, estiran más el brazo para señalarte o te gritan más fuerte… Tontas que sois tontas.
y hasta aquí mi post del día. Paz nenes.