Muchos de vosotros os preguntaréis por qué no escribí el lunes… pues porque era FIESHTA. Era Santo Tomás de Aquino y por lo tanto fiesta en muchas universidades, y ya sabéis que otras cosas no, pero las fiestas me las tomo muy pero que muy en serio. Yo ya no voy a la universidad, pero sigo matriculada así que… no iba a desobedecer a la URJC.
Bueno, tras un finde un tanto turbio y bañado en Gin tonics, en el que perdí (para variar) el móvil, la cartera y la vergüenza, me tope con muchos fans que me sugirieron temas para el blog. Entre ellos está el de las primeras citas. Que bonitas son las primeras citas ¿e? luego acaban como el post de los Ex… Pero aún así las primeras citas siempre molaron. Tengo que dedicar este post a mi amiga ODILIA ALONSO que, aparte de ser mi fan número uno (el resto ya os estáis peleando para serlo) es una constante fuente de inspiración. Veamos pues como son las primeras citas desde mi punto de vista sexy time. Lo dividiré en los diferentes “momentos” que van surgiendo desde el principio de los tiempos hasta el final de los días.
1. El momento en el que tu Jeffrey te escribe
El sujeto XG14 puede ser una de las siguientes cosas: tu ligue, un Jeffrey que te pillaste una noche loca, un tío con el que ligaste en las últimas copas que te llamó la atención pero del que nunca jamás volviste a saber nada, el amigo de tu primo del tío de tu abuelo o… una simple víctima. Cuando recibes el mensaje se te paraliza todo el cuerpo. A parte, te crees súper guay porque te está escribiendo un número que no tienes guardado y no sabes quién es. El caso, ésta sensación de creerte la última “coke del dessert” te dura poco porque el tío hace una de las siguientes cosas:
A. Jugar al típico: «Que pasa nena, ¿acaso no sabes quién soy? Soy el chico de las poesías, tu fiel admirador, el que no te conocía». Siempre, siempre, siempre, SIEMPRE hay un hijo del mal que te pone este comentario típico de Leticia Sabater. No tienes gracia, muérete. Sólo por lo que me acabas de decir ni quiero saber tu nombre, ni quiero seguir hablando, ni quiero mah ná contigo. ¡IMPOSTOR! ¡A LA HOGUERA!
b. Te dice su nombre directamente. Es simple, tranquilo, directo y te dice algo tan elaborado como: «Hola Ana ¿Qué tal? Soy Jeffrey no sé si te acuerdas de mí”. Ahora no me digas que eres alto, moreno y con ojos marrones porque entonces FIJO que caigo. SOOOSO que eres un SOSO. Pero ¿porqué sois tan simples los hombres?No entiendo porqué nadie nunca me ha escrito un: “Ana, sé que sabes quién soy, no hace falta que te diga que soy el hombre de tus sueños…. ¿Te apetecería venirte al fin del mundo conmigo en una alfombra mágica? No me contestes…. Ya sé lo que piensas, estamos conectados.»
Así sí, hombre, así sí. Así me voy contigo ahora, mañana y el resto de mi vida a bailar la danza del vientre a donde tú quieras gordi. CRUCI: ¿Acabo de decir gordi? Errmmm… poto. DESCRUCI. El caso, sea como sea, el Jeffrey en cuestión se identifica: «Hola. Soy tu Padre». Empiezas a rajar las ventanas más cercanas a ti y no das crédito… estas «Flipping in colors», «OMG» «WTF». En ese momento ¿Qué haces? ¿Le contestas? NOOOOOOOOO.
2. Momento llamas o escribes a tus amigas.
Obviamente NO le contestas. Antes tienes que contar con pelos y señales: qué te ha puesto, cómo te lo ha puesto, comentas quién es, cuentas como le conociste por enésima vez (“que pesada tía”), haces pantallazos de todas las conversaciones sin sentido que hayas tenido hasta el momento, las llamas, las vuelves a llamar, analizas la situación (que sinceramente no tiene más que un “hola ¿qué tal?”) y escribes en el grupo de What’s up lo siguiente: «Bueno, bueno, bueno no os lo vais a creer!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Me ha escrito Jeffrey!!!!».
Que fuerte tía o sea, nadie se lo cree… están todas fliiiipando. La verdad es que nadie daba un duro por ti (fea que eres fea, que te daban de comer por debajo de la puerta, que te amarraban un kilo de morcilla al cuello para que los lobos jugaran contigo…FEA). En fin. Lo mejor de todo es que el pobre, después de tres horas… sigue esperando. Tranquilos nenes, si no os contestamos es porque probablemente estemos comentando hasta con vuestra madre que nos acabáis de escribir.
Aquí tus amigas te empiezan a comentar todo tipo de teorías absurdas de porqué te ha escrito, que si porqué ha sido ahora y no ayer, porqué a esta hora y no a la otra, comentamos sobre sus ex, sobre lo que dicen de él, nos inventamos lo que no dicen, hablamos de su familia si procede, hablamos de todo lo que al pobre moco le concierne. Uajajajaja que rrrrrico país.
3. Momento en el que te dice de quedar
Bueno después de tener una conversación de ligoteo máximo con bromas del día anterior, que si tal, que si cual, que si «el otro día no me hiciste caso», que sí «que guapa estabas», que si «me lo pasé genial contigo» y de repente… así, sin avisar un inesperado que si » a ver cuando nos vemos» / «a ver cuando quedamos». ZAS en toda la conversación del What’s up. Esta no la veías venir ¿e pillina? aaaaaaaaaaaay que paciencia tengo que tener con vosotras.
Bueno cuando lees su indirecta varonil, empiezas a rajar ventanas como si no hubiera mañana. Y aquí ¿qué haces? ¿Contestas? NOOOOOO. Vuelves a escribir a tus amigas: «Que me ha dicho de quedar ¿qué hago?». Pero como que qué haces leticia Sabater… pues dile que sí, que te lo tenemos que decir todo. Como tú no puedes ni escribir y mucho menos decidir por ti misma… ¿Qué hacemos las amigas? Analizar la situación en función de la personalidad de cada una:
La amargada: «Di que no», la que va de lista «hazte derrogar», la cachonda «ya estas tardando en decirle que sí», la golfa «hoy follas, ueeeeeeee». En fín, amigas para esto. El caso es que con el pulso como si tuvieras parkinson le dices «claro, cuando tú quieras». Aaaaalaaaaa, goooolfa… pero cómo que cuando tú quieras hombre…. así no se puede macho. En un segundo ya nos tiene en la palma de la mano.
4. El momento ¿qué me pongo?
Dios santo bendito ¿dónde estás cuando realmente te necesito? ¿DÓNDE?. A pesar de tener casi tanta ropa como Olivia Palermo se te complica tengas los modelitos que tengas. Ninguno te convence, todos te quedan mal, nada te gusta. Quieres ir discreta y mona pero un poco sexy pero eso… ¿cómo se hace? No, en serio…. Estamos horas y horas viendo lo que nos vamos a poner, pedimos ropa y consejo a nuestras amigas que siguen pendientes de la cita, les mandamos fotos de nuestro modelito mientras nos miramos al espejo… A CO JO NAN TE. Con lo fácil que es ponerse una camiseta y unos vaqueros ¿e? PUES NO.
Claro todo depende de al sitio al que te lleve porque todas sabemos que no es lo mismo tener un plan de cañas, que de copas, que cena, que comida… NO ES LO MISMO. Pero que complicazzione… después de una tarde entera decidiendo qué nos vamos a poner acabamos con el primer modelito que nos pusimos en un principio. Y así somos nosotras.
5. El momento “lugar”
Puede que sepas desde un primer momento cual va a ser el plan, pero un fiel indicativo de si las cosas van a mejorar o a empeorar es: si te viene a recoger o quedáis directamente. Si quedáis directamente lo más probable es que tenga intenciones de mamarse como una rata…BIEN. Si te recoge también, pero tu creerás que no y por tanto como buena mujer sólo estarás rallada.
Si se da el caso de que habéis quedado en un punto concreto…. ¿Cómo es de horrible ese camino? Se te pasan por la cabeza cientos de miles de millones de preguntas… ¿le gustaré? ¿Tendremos tema de conversación? ¿Voy mona? ¿Se nota que estoy nerviosa? Etc. Mientras, el corazón va a toda velocidad y es probable que si tienes problemas del corazón no llegues a la cita porque te de un infarto antes de llegar. GORDA que tienes las arterias llenas de grasa.
En cambio, si te recoge estas mucho más tranquila. MENTIRA. Estás aún más nerviosa… porque ¿cómo es ese momento en el que sales del portal (o puerta de 15 metros de ancho, por ejemplo, en el caso de que vivas en la Moraleja) y os cruzáis las miradas? Seguramente no le ves desde la última vez que le comiste la boca y vuestras últimas palabras fueron algo balbuceante y con olor a whisky. Qué horror… ese momento tienes mariposas hasta detrás de las orejas… pero mola. Lo que ya no mola es cuando estas dentro del coche y piensas «mierda, ahora ¿qué hago? ¿le doy dos besos o uno?
Bueno, como bien he dicho antes la captación de intenciones depende del plan que nos propongáis. La mayoría se decantan por un plan de cerves porque es el más fácil de acabar en caso de que haya fracasado. ¿Qué no te gusta o ves que la cosa va mu malamente? “Lo siento me tengo que ir”. Y ya está, todo se entiende…SUSPENSO.
A nosotras, como bien sabréis no nos gusta comer en la primera cita. Nos da bastante vergüenza que nos veáis comer así que por favor dejar de ridiculizarnos invitándonos a Sushi o a sitios donde las hamburguesas son más grandes que nosotras. Si te crees que me voy aponer ahora a luchar con los palillos chinos o a hacer competiciones de quién tiene la boca más grande…. SUSPENSO.
Cuanto más se te complique la cita más señales tienes de que todo está yendo bien por lo que si después de la cerve… hay cena y después, copa… has triunfado nena, hoy pillas.Generalmente el susodicho no te dejará pagar nada pero tu haz el amago, que queda genial. Obviamente, quieras o no, luego se lo tendrás que agradecer…pero sólo si todo va bien.
Y hasta aquí el post de hoy. Paz nenes.
ALGUNAS CORRECCIONES DEL POST ANTERIOR
– Si alguien encuentra mi móvil que las mire –