Buenos días pichoncetes, empezamos la semana esperando que ya sea viernes. Quien diga lo contrario MIENTE y probablemente tenga caspa, acné, orzuelos, cera en los oídos, entrecejo, uñas negras, mocos verdes y canas. Probablemente sea uno de estos:
ES OFICIAL: El verano ha muerto. Fue bonito mientras duró, pero gracias a dios que se ha acabado porque ya me estaba cansando de enviar ántrax a todos mis amigos de Facebook e Instagram que me restregaban por la cara sus veranos idílicos, infinitos y chics en la vida.
La realidad ya está aquí y sólo nos quedan 50 semanas para que se acabe agosto otra vez, 350 días ni más ni menos. A ver cómo hacemos para no cortarnos las venas y sobrevivir con dignidad.
Lo que más me gusta de las vuelta del verano es la competencia indirecta que se genera entre la peña para ver quién ha tenido un verano mejor. Es posible que nunca os lo hayáis planteado, pero fijaros porque es cuanto menos interesante.
Pues yo, pues yo, pues yo, pues yo son las dos palabras que más vais a oír. Y LO SABEN EN NARNIA. No sé qué fenómeno extraño nos domina que solo queremos hablar de nuestro verano, el resto de veranos de la gente… ¿Ossssea hello? ¿Acaso te he preguntado? ¿Acaso sabes quién soy, por dónde me muevo y con qué gente me codeo? Entonces hazte un favor y escucha, porque tu vida es mucho menos interesante que la mía.
Momento cena de amigas a la vuelta de verano con mi súper moreno dorado creyéndome la Bunchen, esperando casi en turno a la pregunta que MÁS me apetece contestar: “Tía y… ¿Qué tal las vacaciones?”:
“Bueno tía te tengo que contar, FLIPAS cómo me lo he pasado, de los mejores veranos de mi vida (mentira) he hecho taaaaaaaaaaaantas cosas: he montado a caballo por la playa, me he tirado por paracaídas, he desayunado langosta, comido cangrejo y cenado percebes (PERCEBEH), he escalado una montaña de 10.000 metros de altura, me ha comido la pierna el tiburón pero tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiia me he echado rosa de mosqueta y mira como está de bien, he ido a un mercadillo en Ibiza y me lo he llevado todo, he salido en barco, yate, canoa, lancha y colchoneta, he tenido 5 historias de amor de las cuales 3 eran de una noche con el primo de la amiga de tu tío, el amigo del sobrino de tu abuela y con el ex de tu prima la del tercero. Los otros dos han sido historias súper profundas tiiiiiiiiiiiiia, estoy SÚPER rayada”.
El resto de las jeffrinas de la cena están moviendo el pie con ese tic nervioso típico de persona hiperactiva mientras procede la exposición. Obviamente ninguna le ha hecho ni fruten casen. De repente, se activan TODAS las alarmas: hay que aprovechar esa milésima de segundo que su amiga ha utilizado para coger aire (después de hablar durante 15 minutos seguidos) para hacerse con el turno: “ PUES YO….”.
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM. IN YOUR FACE. Ya te han quitado el protagonismo nena y has pasado a un segundo plano. Tú antes molabas.
Pero esto no se acaba aquí. Nah, nah, nah. Lo mejor de todo llega cuando más o menos todas han hecho su “introducción de verano”. Obviamente todas hubiéramos querido contar más detalles sobre nuestro SÚPER MEGA VERANO BEBES (rollo Aless Gibaja), pero el día tiene 24 horas y no da “pa más”. Cuando ese momento llega, es verdaderamente cuando entra en acción el “pues yo”. Esto es la guerra.
Pues YO opino, pues YO pienso, pues YO considero, pues a mí no me pasó eso, pues cuando YO lo hice no fue así, pues no me suena, pues alguien me contó algo diferente, pues tengo entendido que la cosa fue como yo te la voy a contar porque está claro que no tienes ni idea, pues puede ser que en el hipotético caso de que mi versión sea mentira tengas razón, pues me acuerdo perfectamente de lo que pasó y no fue como tú dices, pues ahora que lo dices estaba muy gorda, pues porque no te callas, pues déjame terminar que estoy contando LA HISTORIA DE MI VIDA y me toca las narices que os marquéis una conversación paralela mientras hablo, pues CLARAMENTE tengo la versión REAL de la historia, pues como me vuelvas a interrumpir vamos a tener un problema, pues vale, pues que te den, pues hija que carácter, pues tendré que derramar sangre como no retires lo que has dicho, pues te has echado unos kilitos , pues que bien disimula en Instagram, pues ella me dijo que no le había puesto los cuernos, pues tía estas blanca, pues en Comillas ha hecho buenísimo este año, pues en Sotogrande también (MMMMMMMMMMMENTIRA), pues veranear en las islas es súper cómodo, pues Starlite es cero coñazo, pues mi casa es más grande, pues mi renta-bike es única, pues mi verano no son dos semanas de mierda, pues cobro más que tú, pues olé tu etc, etc, etc
Es que me canso solo con leerlo. Como somos las mujeres.
Ahora que todavía estamos en racha os animo a que en alguna de estas cenas escuchéis con atención, siempre mola ver quién quiere hacerse las más guay. En el fondo ya sabemos quién va a ser porque conocemos a nuestras amigas, pero mola igualmente, porque sus intervenciones de intruser no tienen ningún desperdicio. Al final los míos no son nada guays, son más del estilo de “MENTIROOOOOOSA”, “SOOOOSA”, “PUERCAAA”. Más de tocar les pelotes, que es realmente el motivo por el que yo he venido a este mundo. Se me da extremadamente bien y me encantaría ser directora de El Máster de Cómo tocar los Cojones. Próximamente más información en la web del Instituto de Empresa.
Nos vemos en el Máster.
Paz nenes.